sin soltar el embrague

De repente, nada de lo que viví me sirve para establecerme ahora. Amplío la base de sustentación... en el metro, en el bus, en mis minutos en movimiento... Nada se tambalea, controlo, controlo, porque yo voy bajando por la escalera en espiral, rodeando la realidad... así es mi hospital, mi miedo a afrontar.
Aquí no se huele a claveles y geranios... Hoy esperé a ver la temperatura que haría mañana en Córdoba. El norte de mi brújula es el sur. 
Sigo embragando el ritmo, sin saber si reducir o acelerar, suelto poco a poco, pero se queja el motor... discordancia entre querer y poder.
me doy unos días más en punto muerto. 


por aquellos días fuera del mundo, hoy metiendo el dedo gordo del pie en la piscina, tanteando la temperatura del exterior de mi burbuja.

martes, 17 de mayo de 2011 a las 9:33 p. m.

2 Comments to "sin soltar el embrague"

el dedo se te habrá puesto como un garbanzo ya, guapa. Vuelve.

aún no sé cómo decirle al mundo que sigo en él... Necesitaba cosas que contar... ahora no sé cómo describirlas.
Me alegro de ver que estás por aqui. besos