Con el paso del tiempo me di cuenta de que mis ojos le impedían ver más allá de ellos. Una buena noche, decidí confabularme con la oscuridad, dejé que nos penetrara hasta en lo más recóndito, y sólo así, en la ausencia total de testigos, entorpeciendo todo lo posible su cerebro, sin guías ni referencias, extendí todo lo que soy y le invité a pasear sin ojos, por lo más oscuro y oculto de mí. Sin miradas, y con la promesa susurrada de no recordar aquello.
El resultado del planteamiento nos sorprendió, por igual. Descubrió aspectos desconocidos hasta para mí. El salvajismo, la ansiedad de siempre dio paso a la tranquilidad de intenciones premeditadas para/con la calma, lo fugaz de los anteriores roces se convirtió al tántrico paladear de las lenguas.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que fue ésa la primera e inolvidable vez que nos amamos.
Creo que se está convirtiendo en una tradición, lo de comenzar los equinoccios con esta canción. Es más bonito en marzo, cuando puedo poner un árbol floreciendo, cuando lo oscuro se ha acabado. Lo de ahora es un reto... aunque se ciñe más al sentido de la canción. Las aguas de março para Jobim (brasileño) son las que advienen al comienzo del otoño. Aunque en este otoño está floreciendo algo, y casi casi podría llamarlo primavera.
Hoy me manché los dedos de tinta, se me agotó la paciencia, me equivoqué entre Patty y Selma, no supe distinguir a Hernández de Fernández, no encesté ningún papel arrugado, ando con chanclas y calcetines, y subrayo con lápiz, sin colores. De nuevo la conexión me exaspera, mi perra me ignora, tengo los pies fríos, la sonrisa ausente. Podría decir que faltas tú, pero prefiero no mancharte con uno de mis días grises de sol.
Mañana soñaré contigo. Hoy me recupero por mí misma.
Disecciones: música , otoño , Resurgir , rutinas Publicado por innuendo
Mejor callarse. Cuando hay miedo de que no se realice un sueño, un deseo. Cuando no hay nada mejor que decir. Cuando toda queja es una implosión. Cuando a una le come la lengua el gato. Por prudencia. Por responsabilidad. Por apatía.
Pero siempre vuelvo con las aguas de março.
Vergonzoso. De nuevo, ver la tele un minuto más de lo que suelo hacerlo me recompensa con una sensación densa de la estupidez global. Por eso, casi no atiendo a lo que no sean muñecajos tintados de amarillo, diálogos que fluyen por mi memoria. Hoy, la tele para mí no es otra cosa que aquella antigua caja plana tonta que me acompaña al comer. Y nada más.
Ese minuto que queda colgando entre el final de los Simpsons y el comienzo del TD1 de La Primera lo pasé hoy en el programa que antecede a las noticias de esta cadena, lo del corazón de la igartiburu. Con frecuencia, me avergüenzo de sus artes periodísticas, usan una y otra vez ese último reportaje del programa para colocar imágenes pasadas, para hacer un refrito de famosos internacionales, y lo titulan como “los más ricos”, “los mejores posados”, “coletazos del verano”, “de vacaciones”, “los más felices”... en fin, un recauchutado, una hamburguesa de diversas alimañas, una patraña de la diarrea mental que defeca en los intelectos teñidos de rubio de sus profesionales.
Pero hoy, las palabras que acompañan en off a la sucesión de las imágenes ha podido con la poca sangre que no se dedicaba a mi tubo digestivo. Hoy, la cadena pública española (y no sé si sería correcto nombrarla también como “estatal”) ampara entre su programación un espacio que tiene como objetivo ensalzar la figura heroica de una muchacha que ha llegado a ser Miss Universo (de entre todos los extraterrestre, debe de tratarse de la más bella...), porque la muchacha (y cito lo que textualmente se ha quedado impreso en mi mente) dejó a un lado su licenciatura, y dedicó su esfuerzo y trabajo para ser Miss, y se ha visto recompensado con este nombramiento. Mientras, pasaban imágenes de su cara, ejemplo de la inmesa felicidad que sentía la chica en ese momento de ohmygod-nomelopuedocreer, y continuaban los comentarios hacia lo meritorio de su esfuerzo, de lo brillante y acertada actitud, y de lo afortunados que somos los demás de ser tan tremendamente horrorosos para poder admirar el bello milagro de la naturaleza de parir una mujer tan, tan... ays, estupenda (esto último ya forma parte de mi ironía, por si no se ha notado).
Veamos, teleespectadores de una cadena estatal que supuestamente apuesta por valores como la cultura, la ciencia, la formación académica..., aquí se os muestra lo que verdaderamente importa de esta vida, éste es el máximo triunfo, ésta es la diferencia que hace despuntar a un ser sobre otro, La Belleza, que le den por culo a la licenciatura, a los estudios, a la formación. En el telediario criticaremos las palabras del primer ministro italiano, Il Cavaliere, cuando le aconseja a una chica que lo que debe hacer es casarse con un hombre rico, y sí, se nos llena la boca al ridiculizar las palabras de ese viejo chochifalto facista y machista y todos los -ista; pero unos minutos antes de la información precisa y veraz, le dedicamos un espacio al desorden alimenticio de cerebros ansiosos por consumir mierda, eso sí, de color rosa.
Y luego hablan de generación perdida... ¿Qué valores irradian desde un medio público? ¿Qué importa lo que se martillea en las escuelas, el esfuerzo de los profesores por meter en vereda a los chavales, chavales que luego son bombardeados con ídolos como futbolistas-chulo-playa, o mujeres que triunfan porque han dejado los estudios?
Vergonzoso.
Disecciones: Global , televisión Publicado por innuendo
El viento sopla con el ímpetu del amante por alcanzar el placer.
Sopla,
sin dejar títere con cabeza,
todo lo inquieta.
Sopla,
arrecia en tu ausencia,
mi amante,
cuando todos callan porque tú no estás,
inunda mi garganta
de gemidos huecos para silenciar
tu no-presencia;
emerge desde mis profundas aguas calmas,
el viento,
cual amante pertinaz,
levanta y descama,
una a una, las olas de la mar;
mi amante,
como el viento estival,
trae souvenirs cálidos
de todo aquello por donde arrasó,
mi amante,
mi sol, arrastra ecos de felicidad
hasta los recovecos que encierran su risa casual.
Mi viento,
amante de mis tierras áridas,
se lleva la muerte infértil
que es una semilla sin enterrar,
o un ser sin calor.
Amante del viento,
tu pelo cuando le da sentido
al aire en movimiento,
amante, verano, madurez...
son tus frutos dulces y ligeros,
amante...
viajante, silente todo lo que no dices,
amante...
simiente, viajando, violento, queriendo,
viento es todo lo que fluye por mi sendero
cuando no lo hace tu aliento,
son mis resoplidos,
un fuerte viento de “te echo de menos”.
Disecciones: Deseo , ilusiones , Poesía , verano Publicado por innuendo
Mi alma te baña en besos
y con el rocío de tu placer
mi alma se embadurna.
En algún recodo me detengo,
navego en el líquido de tu ser,
… hundirme en ti te parece locura.
Pero para mí sólo prima un deseo,
cuando se hace anochecer,
cuando el cielo se desploma en negrura,
y es que tu cuerpo cae en sueño,
y yo te cubro la desnudez
para acurrucarte en brazos de la luna.
Aprieto la letra y los dientes. Dominar la pasión. Pretender no avanzar más.
…
En lo más recóndito de mí estás tú. Allí, sólo allí, en lo profundo, te he dejado que persistas en mí, no de otra manera, sólo en lo hondo de mi consciencia, y plenamente en mi inconsciencia. De esa forma, no dejas entrar a nadie en mis sueños, rehúyes todo lo nuevo. Me esfuerzo por taparte, pero mire donde mire me enfrento con el indescifrable color de ojos que tienes. Tu presencia se ha hecho maldita. Nuestra relación, un fuego controlado. Me he vinculado a una culpa que yo no busqué, la de romper la inocencia de lo casual y fortuito, lo maravilloso de una amistad.
Sabes lo que yo ni me atrevo a asumir... Pero cuando cruzamos la mirada y no pronunciamos palabra, me dejas llena de dudas, hasta qué punto sabes, cuánto tengo que alejarme para no molestarte, qué distancia es la políticamente correcta, no sé ni cómo hablar, me debato entre tocarte o rasguñarme por no hacerlo.
Aprieto la letra, los dientes, me muerdo la indecisión, o el puño enrabiado por no saber qué hacer, pataleo, me contraigo e involuciono, hasta dejar una sombra solitaria... la sombra es mi cobardía, eso es lo que queda cada vez que te doy la espalda, y me voy con la úlcera a otra parte.
... a aquello que una vez fue trastorno.
... a aquello que una vez fue trastorno.
Disecciones: Carta , Deseo , Dolor , silencio , Traición Publicado por innuendo
Surge el impulso abortado, sin consumir, sólo pensado, de querer tenerte. Y es que, más allá de las tranquilas formas de la campiña, a través de mi balcón, y a pleno día, todo se vuelve del mismo negro que cierta noche de pasión, y sustituyendo las suaves lomas de nuestra Sierra Morena descubro tendida tu silueta, estampada sobre lo oscuro de no verte, sin sombras ni más testigos silentes, sólo sentir, a ti, y a mí, dispersándome por tu cuerpo en cada uno de mis besos, dejándome parte de lo que soy en tu piel... y en esa oscuridad exploro el calor de tu ser, que me devuelves por mis caricias, y yo más incido en ti, más te pertenezco, más me dejo, tú piensas que sólo me domina el deseo... y yo caigo en la cuenta de que todo es porque te...
Vuelvo la mirada al frente, y me conciencio de que fueron muchos los que pusieron un nombre distinto al relajado relieve de nuestro paisaje. Es la vanidad del amante.
Disecciones: Deseo , ilusiones , Noche Publicado por innuendo
Cuando el día sonríe, a pesar del sueño, suena así... The more I see you... the more I want you...
Disecciones: Felicidad , ilusiones , música Publicado por innuendo
Levanto la cabeza y me topo con mi reflejo en la puerta abierta del balcón. Sigo sin hacerme a la mirada que me recibió en el espejo del baño a primera hora de la mañana. Aún con desequilibrio al deambular, recién levantada, mis ojos estaban inquietantemente abiertos, una mirada despejada sin esfuerzos, sin denotar cansancio ni incordio por el brusco despertar. Unos ojos de un ser autómata, de una vida sin cese, o de una existencia sin vida. El iris, minuciosamente examinado, despedía una conclusión aplastante: era raro; no sabía si era por la luz especialmente incidente a esa hora y día del año, pero el intenso del azul se había escurrido hacia la periferia, creando un cerco al resto, quedando un azul de lo más pálido, casi exento de pigmento, como famélico de esencia, como filtrado de vida, seco de expresión... ausente pero extrañamente diligente y ávido. Parpadeé varias veces, para comprobar que era una anomalía fija, puesto que el movimiento no modificó aquella distribución inusual. Sin poder dar explicación a tal fenómeno, seguí lavándome la cara, y eché un último vistazo a quien fuera la del reflejo, y me marché a desayunar.
Durante una jornada de miradas inquisitivas a los espejos, no he podido averiguar quién o qué se refugia tras mi rostro alterado, sensación tan próxima a la locura técnica, ésa que habla de la escisión del Yo...
Ya escribí una vez que un día te levantas y no sabes quién eres.
Quizá mañana no tenga nada que cuestionar.
Disecciones: Decadencia , fotos , frío , retorcimientos , rutinas Publicado por innuendo
- “El depresivo orden que siguen las cosas”.
- ¿Insomnio de conciliación?
- “El depresivo orden que siguen las cosas”.
- ¿Abulia? ¿Astenia? ¿Anhedonia?
- Me irritan tus “A”.
- Y a mí que estés contaminando el ambiente con tus comillas, ya no sé si respiro aire o los detritus espirados de tu ironía.
- … el depresivo orden que siguen las cosas…
- El deje apático de tus puntos suspensivos no mejora la cosa.
- Se podría decir que odio a la oficina de correos, a ella y a mis padres, ¡esos beatniks! Ays, qué a gusto me he quedado.
- Las confesiones de los demás no me interesan, yo también veo los Simpsons.
- Me aburren los alternativos y sus derivados, indies, hippies, gafasdepasta, antisociales, pijos enmascarados, góticos, pro-algo, anti-mucho. Al menos la gente normal (insulsos, para ellos) no pretenden ser cool ni originales, son como son, y si alguien es especial, lo es sin perseguirlo. Los alternativos van de puristas en su concepto, sólo es un estereotipo, cuando ellos etiquetan a todo el mundo en un cinismo sin precedentes.
- ¿Te irritan?
- No, me aburren. Me irritan los dogmáticos, sin saber cómo visten, ni qué escuchan o a quién idolatran.
- ¿Qué persigues?
- El punto medio es mi obsesión, pero nunca me encuentro a la misma distancia de ambos extremos.
- Algún día tendrás que asumir que te acercas más a un extremo que a otro, que cumples más criterios para una etiqueta que para el maremágnum que acumulas por tal de no despuntar en ningún sentido. Algún día debes reconocer que de todo lo que eres, hay un vector mayor que los demás, que tiendes hacia una dirección, y que en este mundo de clasificación, códigos de barras y pegatinas identificativas, eso significa que te pondrán una etiqueta, sin que te limite para lo demás. No puedes pertenecer a todo y nada a la vez. Tu ambigüedad no es para siempre, algún día deberás definirte con una palabra y no la retahíla que sueltas cada vez que hablas de ti. El punto medio es una orientación, pero tú lo conviertes en la prisión donde encierras tus impulsos… mientras, debes vivir.
Disecciones: retorcimientos Publicado por innuendo
Tengo las manos manchadas de tinta desde que conocí tu indiferencia, esa manera tuya de rajarme para que brote desesperación. Yo, por no estrujarte el cuello o disfrutar con tu sangre, me mancho las manos con las palabras no dichas, ésas que escribo por no escupírtelas, y que hasta de escribirlas me arrepiento; y aún brillantes de frescura, arrastro mis huellas mientras los ojos cierro, en un ejercicio de desahogarme y hundir más mis palabras en el limbo en que vagan las frases, ni muertas ni vivas, abortadas, como fantasmas de mi desdicha.
Disecciones: despecho Publicado por innuendo
Hago declinaciones de mis palabras, tomo la raíz de mi sentimiento por ti, la impregno de romanticismo, y doy pinceladas por párrafos que te lleguen con la última brisa del verano, the summer wind, que atravesará distancias desconocidas, tiempos agitados, y se enfilarán allá por donde indiquen veleta y picos de cigüeña, mezclados con pastizales y su olor a quemado, briznas de la esencia frutal, aromas de la noche estival… hasta alcanzarte por fin y rodearte la ternura con brío andaluz, con el entusiasmo de nuestra juventud, para que mis palabras puedan ronronear en el gustoso rincón de tu cuello, a falta de mi cursiva por tu piel, desde aquí yo te mando un beso.
Disecciones: ilusiones , música , verano Publicado por innuendo
En mi calendario de los Beatles, en septiembre aparece la carátula del For Sale, álbum típico de las hilarantes fans de aquel 1964. En él está una de las canciones que más me gustó cuando los empecé a conocer, hace ya… diez años, algo más, creo; Eight days a week es un buen motivo para mover la cabeza como si tuviéramos ese corte de pelo a lo escarabajo. Qué tiempos aquéllos que no viví…
O simple y llanamente, una canción de los Beatles no tiene más justificación que su sencillez. Y no hay nada más sencillo que el día Uno del mes.
Disecciones: música , The Beatles Publicado por innuendo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)