Desconozco cuánto se correlaciona la madurez con la fantasía, o qué sentido adopta la relación, si es que la hay, bien directa o bien inversa. Pero no quiero escudar mi opinión con la absurda estadística.
Pienso que la fantasía debe escapar a ese análisis, que la magia debe ser una vía de escape para el Maduro, y un impulso creativo para el Inmaduro, es decir... que se aproveche, que sea un elemento prolífico. La madurez no debiera ser una restricción para soñar. Y si tenemos que apostar por alguna opción... tú sabes como yo que lo acertado es la Fantasía como signo de Madurez, porque sólo aquél que procese y actúe conforme a lo que piensa, con detenimiento y reflexión, sólo ése pondrá a disposición de su mente todo el potencial para fantasear. La fantasía del inmaduro nunca alcanzaría ese nivel.
Muy bueno que te plantees tales incertidumbres. El caso es Pensar :)

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