Dejadme soñar

Sí, artificial, pero arco iris. Pequeño, que tan sólo abordaba metro y medio, pero para qué más grande, si poco más soy yo. Artificial, sin el encanto de la lluvia y su repiquetear. Pero sólo para mí, sólo para mis ojos, nadie más en un paseo de una mañana de un día de otoño, mi perra y yo. Ella me miró extrañada, como intuyendo que para mí ese momento no era uno más, o yo queriendo dotarle de esa humana capacidad. Pero en mi mundo mágico ella intuye, ese mundo es lo poco que tengo, y es hasta prestado. Dejadme soñar… Ese arco iris era para mí. Ella intuye. Y yo puedo salir de mis tinieblas. Y yo sé sonreír. Y yo sabré amar. Y perdonar. Y te encontraré… nos encontraremos.

viernes, 6 de noviembre de 2009 a las 11:49 a. m.

0 Comments to "Dejadme soñar"