En los inamovibles surcos de la rima
quisiera yo tejerte letras
que sólo tú entendieras,
que provoquen tu invisible sonrisa.
No, las sílabas no empieces a contar,
que la métrica me aprisiona
para describirte la boca
labios, comisura, lengua, ¡y ya no más!
Palabras tontas, insultantemente
escasas e incompletas, sosas,
en las que entretengo el coma,
sopor de estar inerte, por no tenerte.
Que cómo transcurren mis días…
los invierto en adivinarte,
abracadabra, y es martes.
Viernes, vienen tus letras, esencia mía.
¿Lo ves? Amoldarme a la consonancia
rebaja todo lo que quería decir
limita lo que sale para ti,
se queda dentro, y tú en la ignorancia.
Que de saltar de verso a estrofa
se me escapa el empuje
por decirte lo que huye
y… ¡voilá! voltereta caprichosa,
de un brinco, de estrofa a párrafo,
se estira el bucle
la magia se diluye
como ilusión, como en un ocaso
se desvanece la tarde, en la levedad,
donde se deshilacha
lo que yo creo y mata
el sentido común; lo que la realidad
niega, reprime, maltrata… que de noche
estás demasiado ausente,
y aunque nunca presente,
de noche la Verdad es un derroche
de franqueza, sí, QUE NO ESTÁS,
mayúsculo tu vacío,
y hace mucho frío
ahí fuera, pero aquí, sin ti, más.
Perdóname este atrevimiento,
de quererte impresionar
sé que ha quedado fatal…
…sshhh sigamos escuchando
[el viento.
quisiera yo tejerte letras
que sólo tú entendieras,
que provoquen tu invisible sonrisa.
No, las sílabas no empieces a contar,
que la métrica me aprisiona
para describirte la boca
labios, comisura, lengua, ¡y ya no más!
Palabras tontas, insultantemente
escasas e incompletas, sosas,
en las que entretengo el coma,
sopor de estar inerte, por no tenerte.
Que cómo transcurren mis días…
los invierto en adivinarte,
abracadabra, y es martes.
Viernes, vienen tus letras, esencia mía.
¿Lo ves? Amoldarme a la consonancia
rebaja todo lo que quería decir
limita lo que sale para ti,
se queda dentro, y tú en la ignorancia.
Que de saltar de verso a estrofa
se me escapa el empuje
por decirte lo que huye
y… ¡voilá! voltereta caprichosa,
de un brinco, de estrofa a párrafo,
se estira el bucle
la magia se diluye
como ilusión, como en un ocaso
se desvanece la tarde, en la levedad,
donde se deshilacha
lo que yo creo y mata
el sentido común; lo que la realidad
niega, reprime, maltrata… que de noche
estás demasiado ausente,
y aunque nunca presente,
de noche la Verdad es un derroche
de franqueza, sí, QUE NO ESTÁS,
mayúsculo tu vacío,
y hace mucho frío
ahí fuera, pero aquí, sin ti, más.
Perdóname este atrevimiento,
de quererte impresionar
sé que ha quedado fatal…
…sshhh sigamos escuchando
[el viento.
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