La fiesta de mi flexo

Mosquitos de los más variados colores, tamaños y formas, muchos de ellos nunca antes vistos, resultantes de la orgía de las combinaciones genéticas, se suman a la fiesta que madrugada tras madrugada ofrece mi flexo, como único garito iluminado del entorno. Disfrutar de 60w concentrados en un espacio reducido, a los 40cm del escritorio recomendados por el fabricante… eso no sucede todas las noches. Afortunadamente, mi carne expele sólo el aroma de miles de datos fluyendo por una sangre saturada de cafeína y taurina; y ya a nivel molecular, una más que aburrida hemoglobina de rutinarias transferencias de O2 y CO2, y muy cansada de ser continuamente analizada por la cabeza en la que discurre.
Pero iba por los mosquitos. Sin amedrentarse por los numerosos cadáveres de compañeros, dispersos y estampados por doquier (le da un toque gore a mi entorno), acuden a la luz brillante y caliente de la bombilla, y disfrutan de ese placer tan cercano a la muerte; será que ellos también conocen la satisfacción de rozar el riesgo.

jueves, 1 de julio de 2010 a las 9:58 a. m.

2 Comments to "La fiesta de mi flexo"

Posted by Carmen ( 1/7/10 10:02 )

y te libras de la operación salida porque los mosquitos no saben leer ¿o sí?

con lo que gusta eso del riesgo... y estar a punto de achicharrarse en una orgía es un riesgo grande...se irían a tu flexo todos los mosquitos de la ciudad (por lo pronto)

por cierto que me voy a poner a dar clases particulares de lectura acelerada al joputa que me lleva amargando 3 noches seguidas

buen día

Si supieran leer, estarían ya casi licenciados en Las Malas Artes de La Medicina, habrían usado mis apuntes para hacerse más dañinos, habrían descubierto los puntos débiles de los humanos, se convertirían en SuperEspecie y esto sería el fin!! :) A ver... siendo sincera, alguno que otro ha probado el doloroso sabor de la tinta de mis apuntes, porque me superó la tentación de hacer un trabuco con los papeles y cometer un genocidio, así que te animo a darle otro uso a tu libro, para desfogar un poco ese instinto que tenemos todos de matar.
Saludos!