(16/09/09) Hoy he escuchado que terminaremos este año con 1000 millones de personas con hambre… sin alimento asegurado.
Después he visto que ganaderos belgas han descargado de camiones cisterna 3 millones de litros de leche, como manifestación contra su situación (tema de ganancias y demás).
Tras la primera conclusión (fácil, lógica… y aún diría más, HUMANA), he meditado algo más la cuestión, que no es tan simple. Quiero decir, no es sólo una desfachatez que tiren el alimento, habiendo tanta gente en el mundo con hambre, pero… ¿y los que están detrás de esa situación? Los que engordan sus arcas planteando porcentajes intermediarios que aumentan el precio del alimento, que no hacen justicia al ganadero ni agricultor, y que alejan la posibilidad de que los pobres puedan adquirir ese alimento. Los que explotan recursos, tanto material como mano de obra, en países sin desarrollo; los que les proporcionan armas para mantenerlos divididos; los que les instigan miedo con un dios omnipotente y rencoroso; los que les dan una miseria (0´43%) de su PIB, apuntándolo en una lista de deudas, y ya se sienten satisfechos, mientras se rompen los sesos para comprar vacunas, aumentando el gasto sanitario, durante una crisis en la que lo que prima es el empleo, destinadas para prevenir una enfermedad que mata una minucia comparado con otras enfermedades que matan miles de niños en el tercer mundo… ah, claro, en el tercer mundo…
¿Cómo puedo estudiar traumatología con estas cosas en la mente? ¿Dónde tengo que esconderme para no querer saber la verdad?
El mundo acabará el día en que todas las personas conozcan sus derechos humanos, los implícitos de ser persona, por haber nacido.
Si hoy día, el sistema se mantiene, no es sino porque la gran mayoría (los explotados, reprimidos, pobres en definitiva) no sabe del abuso al que se le somete.
Aun así, algunos ya van conociendo por los medios de comunicación algo de la vida “occidental”, y van descubriendo que existe otro tipo de vida, libre y cómoda… o al menos digna. Cuando todos sepan cómo vivimos los occidentales, y que por ser persona, se lo merecen… entonces no habrá bombas que detenga el resurgir de esos pueblos. Está pasando con China e India. Sólo falta África.
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